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Con motivo de las búsquedas
de oro llevadas a cabo en los
terrenos de la antigua ciudad
de Panamá.
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Flota una gran tristeza sobre la paz augusta
del sitio donde un día las teas incendiarias
tornaron en cenizas la ciudad de Pedrarias.
Presa de espanto gime Naturaleza adusta,
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como si fuese víctima de alguna acción injusta.
En las noches, de miedo, sus finas luminarias
apagan las luciérnagas. Entre las solitarias
y musgosas paredes de la torre vetusta
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grazna el búho misántropo, y el eco del graznido
se pierde en la distancia como un hondo gemido...
Cuál otra felonía, qué vil y nuevo ultraje
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amenaza estos santos restos del coloniaje?
Es Morgan redivivo que ha vuelto a los desiertos
campos de sus rapiñas a despojar los muertos.
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Revista Lotería, Enero 1944, No. 32
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