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Era del campo y lucía
Faustina tierna paloma;
su canto de loma en loma
cada mañana subía.
Flor de la tierra, alegría;
pero apareció un poblano
y robándole su mano
desbarató su hermosura,
dejándola en la amargura
y la soledad del llano. |
Y fue el tiempo
arrempujando
la vida se puso seria;
un día el hambre, la miseria,
el alambre iba encercando
Y así, una tarde llorando
dejó su pobre rincón,
y llegó a una población
donde trabajó de empleada,
sometida y explotada
en la peor condición.. |
Sin embargo no se hundió
su barca en la lontananza.
Sacó fuerza y esperanza
y a sus hijos levantó.
A todos los educó
con el mayor sacrificio,
con el rigor de su oficio,
de formidable mujer,
y no se dejó caer
al fondo del precipicio. |
Era del campo y lucía
Faustina, la flor temprana;
después se llenó de canas,
de recuerdos y poesías.
Hasta morir combatía
lo injusto del mundo cruel.
Ella sembró en su vergel
el trabajo y la templanza,
y en la tumba en que descansa
por eso nació un clavel. |
Del libro: Cantadera, 130 décimas para cantar
CHANGMARÍN
El León de los Leones
1995
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