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Hay veces que en el hilo del sendero
sobran los pasos para el buen llegar
y queda atrás la ronda del lucero
que fuimos a alcanzar...
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Se baña en sombras el afán... Se quiebra
la brújula insegura del querer.
Tanto horizonte sin razón... La hebra
del destino enredando nuestro bien...
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Y seguimos las voces que nos llaman
con su verbo de fe, de promisión:
la esperanza fugaz de los que aman
nuestra misma ilusión...
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Hay veces que ignoramos que el camino
tiene recodos de infinita paz
y seguimos de largo. Es nuestro sino
para siempre jamás...
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Del libro: Antología Poética
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