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A ella, mi Carmen.
1924
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Ojos hay para lágrimas y enojos,
hay ojos de virtud y ojos de cielo,
ojos para el amor, para el consuelo,
como también para el recuerdo hay ojos.
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Ojos que riman con los labios rojos,
ojos de inspiración, ojos de celo,
ojos con suavidad de terciopelo
y ojos que saben resumir antojos.
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Mas yo sé de unos ojos en que brilla
una casta y preciosa maravilla,
ojos como luceros de cocuyos...
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Me vas a preguntar: de quién son ellos?
Oye: esos ojos que encontré tan bellos,
no lo digas a nadie: son los tuyos!
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Del libro:
Poemas Líricos de Eduardo L. Maduro Lindo
Homenaje póstumo a la memoria de Don
Eduardo L. Maduro Lindo (Q.E.P.D.) en el
Décimo Aniversario de su sensible deceso.
Su Viuda Carmen, sus
hijos, nietos y biznietos.
Panamá 8 de Julio de 1976
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